Aldesoc, Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Social del Conocimiento

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La responsabilidad social de los educadores

La palabra responsabilidad no forma parte del léxico del individuo de hoy. Es un valor que se omite y hasta se desprecia. Nadie tiene responsabilidad sobre nadie ni sobre nada por tanto tampoco existe el compromiso con nada ni con nadie.

Esta condición ha generado individuos egoístas, insolidarios, fríos, agresivos, inhumanos, ajenos al dolor y a la muerte. Lo que pasa a su alrededor no es cosa de ellos ni su problema, tan solo es importante lo que les toca a sus Yos respectivos.

Así, llena de estos individuos egoístas y enajenados se han ido llenando estas sociedades industrializadas hasta tener la sociedad que tenemos hoy, desvertebrada, atomizada, enajenada y embrutecida por el dinero y el consumo.

Solemos en estos casos escapar y buscar y señalar al culpable de esta situación. Y es verdad que siempre se encuentra alguno. Es este magma de individuos aislados y sin rumbo, este sistema social establecido, de organización social vertical y modelo de desarrollo y "progreso" insostenibles e inviables, el que ha provocado el sisma que ahora se extiende a todas las capas de la sociedad establecida y que se replica en todo el mundo.

Que si son las nuevas tecnologías las que han provocado la globalización, y como consecuencia, cambios radicales que han afectado y están afectando a la vida de los individuos en todos los órdenes sociales, y por tanto culpables de la situación de sisma, nos decimos. Efectivamente, la irrupción de las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones han cambiado el mapa del mundo. Y potencialmente, para el bien de la humanidad al abrirnos al mundo global y su conocimiento.

Sin embargo, lo que ha sucedido y está sucediendo es todo lo contrario. Lo que puede ser beneficio y aprovechamiento y desarrollo para toda la humanidad, los ricos lo están convirtiendo en beneficios ilimitados para ellos y su descendencia, a costa de la miseria y el empobrecimiento total hasta la inanición, de los miles de millones de seres humanos que habitan nuestro planeta. Y para que estos beneficios se dén provocan guerras, crean leyes ad hoc, invaden países, sobornan y someten a los estados y a los hombres, tildan de terroristas a los que se les oponen, imponen reglas rígidas e inflexibles de comercio, salud, educación, cultura, medioambientales, urbanismo, ecología, endeudamiento vitalicio a los países pobres encubierto por la palabra "Progreso". Y son Ellos, en realidad, los que han convertido a nuestro hermoso planeta en un valle de lágrimas, impunidad y desesperación.

Si nos retrotraemos al mundo particular de la enseñanza, comprobamos el estado de emergencia de estallido violento en el que se encuentra la comunidad escolar.

Y no sólo a nivel de instrucción y de respuesta de los estudiantes, sino a nivel de las propias actitudes de los educadores. Muchas son las voces que claman por las reacciones violentas de los educandos y sus actitudes agresivas en las aulas, pero poco ó nada se dice sobre la actitud impersonal, lejana, aburrida, gris, apática y mercantilista de los educadores. Todo menos una educación en libertad.

Y es que los educadores como el resto de los miembros de la sociedad, se han deshecho de la responsabilidad social que como educadores y miembros sociales les corresponde ejercer ante la situación de caos que existe en las sociedades ricas y que tan bien se reproducen en la escuela como lugar donde se materializa la educación hoy.

Las quejas continuas de los profesores sobre la situación escolar deja ver a las claras la incapacidad de éstos para afrontar con solvencia, eficacia, y libertad las situaciones que los nuevos cambios sociales plantean al conjunto de las sociedades y que los estudiantes reflejan con sus acciones e ideas en las aulas.

Nuevas formas de educar y nuevos roles en la educación son un primer paso de concienciación y de responsabilidad social que hay que asumir. Un cambio radical en la manera de enseñar y aprender es una forma de asumir la responsabilidad social que como individuos sociales, y como educadores que somos tenemos con el mundo actual.

Es imposible continuar el modelo de educación al estilo de la educación del siglo 19. La sociedad actual tiene nuevas demandas y afloran situaciones que exijen respuestas adecuadas. Lo mismo pasa en educación. Los estudiantes de hoy viven situaciones que exijen respuestas que el actual modelo de educación no les podrá dar.

Un giro de 180º a la educación es la demanda de los estudiantes, y también de la sociedad. La responsabilidad social de los maestros y profesores es colocarse en la dirección de los cambios y de las transformaciones sociales y no oponerse a ellos.

El nuevo rol social de los educadores es convertirse en orientadores y guías de sus educandos en vez de obsesionarse en mantener su podio, sus recompensas, sus beneficios y sus calculados intereses.

Creo que el futuro será de los que mejor aprendan a adaptarse fácil y continuadamente y en esto reposará la responsabilidad social de todos incluidos los educadores.

Madrid, 23 de Octuibre de 2008

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