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León Tolstoi : Educar en libertad
Siendo aún muy joven, 21 años, Tolstoi pone en práctica sus inquietudes educativas y, al igual que el protagonista de su cuento La mañana del terrateniente, funda una escuela en la propiedad familiar donde se proponía educar a los hijos de los campesinos pobres. Esta primera experiencia en la tarea educativa durará poco tiempo debido, tal vez, a la carencia del joven escritor de conocimientos especializados en materia pedagógica. Después de participar como soldado en la guerra de Crimea, regresa a su hogar y se aboca definitivamente a la actividad docente y a la lectura de trabajos especializados en dicha disciplina. Durante un viaje realizado por distintos países de Europa visita diferentes instituciones educativas que le aportaron algunas ideas que posteriormente implementó en su escuela.
Cuando Tolstoi comienza su actividad pedagógica, la mayoría de los campesinos –la casi totalidad de la población rusa- era analfabeta ; de ahí que sostuviera que “la necesidad más esencial del pueblo ruso es la educación”. El incipiente desarrollo capitalista por el que atravesaba Rusia en esos momentos, subordinaba el conocimiento científico y sus aplicaciones prácticas al beneficio de los sectores más poderosos, violando lo que para Tolstoi era la esencia de la ciencia : ponerse el servicio del pueblo.
Tolstoi organizó sus principios pedagógicos alrededor de un principio moral y gnoseológico basado en la libertad en la educación : “mientras menor sea la constricción requerida para que los niños aprendan, mejor será el método”. Este principio afirmaba que el proceso de adquisición cognoscitivo debía ser una práctica libre, ya que el conocimiento adquirido por los maestros no puede ser transmitido o impuesto a los alumnos contra su voluntad.
El alumno debe hacer su propio esfuerzo y realizar la práctica cognoscitiva de manera autónoma, sin necesidad de ser obligado por el maestro. Además, la libertad en la educación abarca la necesidad de que el propio pueblo cree sus propias escuelas e incluya en éstas las actividades y contenidos que considere más adecuados a sus necesidades.
Preocupado por dar una base científica a la actividad educativa, Tolstoi también trabajó en la consolidación de un método de investigación que contribuyera a desarrollar la ciencia de la educación. Este método era el análisis multifacético que abarca los aspectos sociológicos y psicológicos del niño, objeto de estudio de esta disciplina. El aparato conceptual elaborado por Tolstoi plantea, por ejemplo, una diferencia entre alfabetización y educación donde “la alfabetización es un arte mientras que la educación es el conocimiento de los hechos y de sus relaciones”. Se deduce de lo anterior que la alfabetización encuentra su sentido fundamental si sirve a la educación.
En su escuela, Tolstoi y los demás maestros se preocuparon especialmente por estimular la independencia y la creatividad de cada alumno para que asimilen, de manera consciente y activa, los diferentes conocimientos. Se ponía acento, sobre todo, en los saberes adquiridos fuera de ella, ya que se los consideraba condición imprescindible para el éxito de la actividad escolar. El fin de la escuela era, de acuerdo con esto, que los alumnos pudieran ser concientes de las informaciones que reciben constantemente del ambiente que los rodea. En Yásnaia Polaina no había lugares fijos para los alumnos, no se daban deberes para la casa, ni había castigos por conducta o por bajos rendimientos, el trabajo escolar se desarrollaba fundamentalmente mediante la conversación libre entre los alumnos y cada maestro ; era el propio niño quien debía convencerse de la necesidad de respetar un orden para poder aprender.
La fama de la escuela provocó la afluencia de docentes de diferentes regiones rusas y del extranjero, que deseaban ver la aplicación de ideales humanistas en la educación escolar. La existencia de la escuela, y sus particularidades que distaban mucho de la pedagogía dominante en la Rusia zarista, inquietó al poder y Tolstoi tuvo que cerrarla debido a varias visitas policiales.
La actividad educativa de Tolstoi no se circunscribió exclusivamente a la escuela de Yásnaia Polaina, además, editó una revista pedagógica que llevaba el nombre de la institución. Dos objetivos principales se proponía la revista, uno, la investigación de la experiencia educativa en libertad, y el otro, la identificación de los principales elementos del proceso pedagógico. Tolstoi exigía que quienes publicaran artículos en la revista, debían ser docentes comprometidos, no sólo con su trabajo, sino con la consolidación de una ciencia de la educación.
Hacia 1872 Tolstoi publicó el Abecedario : un manual de lectura para los niños de más corta edad, que causó un gran revuelo en el ambiente educativo ruso. El gran escritor consideraba que los primeros pasos de los niños en el mundo del saber, determinan en gran medida su futura relación con los valores espirituales, de ahí su preocupación por los métodos de enseñanza de la lectura. Para este manual, Tolstoi compuso una serie de cuentos para niños, dando forma a una verdadera literatura infantil.