Aldesoc, Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Social del Conocimiento

Artículos y propuestas :: General

Contra la violencia la inteligencia III


Estoy de acuerdo con nuestro amigo Joaquín cuando se refiere al componente de la racionalidad como un atributo de la inteligencia que predico/predicamos, y también como una componente de lo COMUN. Me parece, pues, deducir de su exposición, que en la medida en que integremos ese rasgo que llamamos racionalidad, en esa medida, podremos conceptuar una nueva forma de gobernar y de ordenar nuestra vida civil pública y privada y restablecer en toda regla “siempre que sea la regla de la necesariedad absoluta de un consenso absolutamente racional” (sic) un estado de derecho que garantice las libertades civiles, el respeto a los derechos humanos, la educación para todos, el respeto a la diversidad cultural, la convivencia nacional y la paz con bienestar social.

Yo ampliaría lo que dice el amigo Joaquín, añadiendo que si bien la racionalidad es un atributo de nuestra condición humana, constituye el atributo genérico, y requiere de un marco de condiciones apropiadas para su desarrollo evolutivo, el espacio de lo COMUN. Los hombres viven en una comunidad una por virtud de las cosas que tienen en común. Y lo que han de poseer en común con el objeto de formar una comunidad o sociedad son objetivos, creencias, aspiraciones, conocimientos - una inteligencia común- UNA SEMEJANZA MENTAL

Y esta SEMEJANZA MENTAL es producto de un pensamiento, de experiencias intercambiadas, de un proceso de educación. Es en el intercambio libre entre los grupos sociales y en la comunicación de las experiencias como se desarrolla esta semejanza.

De otro lado una sociedad que no solo cambia sino que tiene el ideal del cambio poseerá normas y métodos de educación diferentes de aquella que aspire simplemente a la perpetuación de sus propias costumbres. Pero este ideal de sociedad no puede extraerse de las cabezas, hay que basar nuestra sociedad en las sociedades que realmente existen, con el fin de tener la seguridad de que nuestro ideal es practicable. Pero, el ideal no puede repetir, simplemente los rasgos que se encuentran en la realidad. El problema está en extraer los rasgos deseables de formas de vida en comunidad que realmente existen, y en emplearlos para criticar los indeseables, y sugerir su mejora -Interés mantenido en común y cantidad de intercambio e interacción cooperativo con otros grupos- Y la educación cumple su función social en este proceso, al asegurar la dirección y el desarrollo de los “seres inmaduros”, (inmaduros = sin experiencia), mediante su participación en la vida del grupo al que pertenecen ; equivale también a decir que la educación variará con la cualidad de vida que prevalezca en el grupo. Toda educación dada por un grupo tiende a socializar a sus miembros, pero la calidad y el valor de la socialización depende de los hábitos y aspiraciones del grupo. La idea de la educación es la idea de la reconstrucción continua de la experiencia, diferente a la idea de la educación como preparación para un futuro remoto como desenvolvimiento, como formación externa y como recapitulación del pasado.

Una semejanza mental así conformada, es producto de numerosos valores y experiencias compartidas en común, que se reajusta continuamente a los cambios producidos por el intercambio. Pero para que se dé esta inteligencia común, hará falta de dos elementos que se dirigen hacia la democracia. El primero, significa no solo puntos más numerosos y más variados de interés participados en común, sino, el reconocimiento de los intereses mutuos como un factor de control social- Para tener un gran número de valores en común, todos los miembros del grupo deben poseer una oportunidad equitativa para recibir y tomar de los demás. Debe haber una gran diversidad de empresas y experiencias compartidas. La falta de intercambio libre y equitativo que surge de una variedad de intereses compartidos desequilibra los estímulos intelectuales- El segundo, significa no solo un intercambio más libre entre los grupos sociales, sino, un cambio en los hábitos sociales ; su reajuste continuo afrontando las nuevas situaciones producidas por el intercambio variado. Estos dos rasgos son los que caracterizan a una sociedad democráticamente constituida.

Creo que es de nuestro común interés seguir indagando sobre esta semejanza mental, a partir de lo que podamos argüir con lo aquí expuesto. Seguir afrontando lo que constituye lo COMUN, ha sido mi intento en esta exposición. Y como cualquier indagación que pretende fijar ese Común, del que urgimos para la construcción de la sociedad colombiana, es nuestro deber seguir pensando.......

Pilar Cataño

Creative Commons.Algunos derechos reservados :: realizado por dabne.net con SPIP basado en el diseño de davereederdesign.com