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La Tolerancia y las nuevas formas de esclavitud y marginación social


La globalización constituye un hito, un fenómeno nunca antes vivido en la humanidad. Y ahora que estamos ante el inicio del tercer milenio es un ocasión importante que tiene la humanidad para reflexionar. Los hitos son ocasiones para evaluar la situación y asomar la cabeza al futuro. Son una ocasión para la renovación. Es un momento de construir un nuevo marco para la creación de condiciones que definan un desarrollo social que apunte más alto en la satisfacción de las aspiraciones de los individuos y de los fines sociales de las sociedades.

Nuevas Formas de Esclavitud y Marginación

Es por ello, que por método y con el espíritu de echar una mirada hacia atrás y hacia adelante quisiera abordar algunas cuestiones que forman parte de nuestro tiempo y que se enmarcan dentro de lo que son las nuevas formas de esclavitud y marginación :

Consideremos, el ámbito del desafío, o mejor la antesala del tercer milenio, siempre dentro de la globalización. Y es cuando no podemos dejar de percibir la gran paradoja de nuestros tiempos. Por un lado tenemos que vivimos en un mundo de abundancia, de avances científicos y tecnológicos. Las aventuras del ciberespacio están al alcance de la mano. Ha terminado la Guerra fría y con ello se nos ofrecía la estabilidad global. Sin embargo, Nuestro Tiempo está maleado aún por el conflicto, la violencia, por la endeblez de las incertidumbres económicas y por la tragedia de la pobreza. Un sentimiento de inseguridad parece impregnar a la mayoría de las sociedades opulentas de hoy.

La globalidad crece alimentada por la integración de las economías mundiales. Una revolución en las telecomunicaciones y de las actividades sin límites de los mercados del capital que hacen transacciones por un valor de un trillón de dólares por día- suficiente para comprar y vender el PNB de USA en una semana !! Esto nos muestra un hecho : el que los límites políticos de las Naciones Estados se han vuelto permeables, como no lo habían sido nunca antes, al etéreo comercio de las ideas y el capital.

Pero la globalidad también la encontramos en la creciente afirmación de la universalidad de los derechos humanos, incluyendo los derechos de las mujeres y los niños. También está en el movimiento medioambiental, que recuerdan a todos los humanos que ellos son los administradores de esta tierra, y en la emergencia de ONGs que representan los comienzos de una sociedad civil internacional.

De igual modo, las fuerzas sociales locales se refuerzan así mismas, buscando tener más voz y tener mayor jurisdicción e influencia. Esto en el conjunto es positivo al buscar mayor influencia y dominio y mayor expresión cultural, pero tiene de negativo la fragmentación a la hora de la toma de decisiones y la emergencia de odiosos y mezquinos nacionalismos que convierten la Justa LLamada a la identidad y a la participación ,en una llamada al odio por el vecino y últimamente por una « limpieza étnica ».

También son igualmente globales las desigualdades entre las sociedades y dentro de las sociedades. El nivel superior , 20%, en la escala de la población mundial, consume el 83% del ingreso mundial, mientras que el 80% restante vive con el 17% ; y el nivel inferior , con el 1.4% en la escala de la población mundial. Estas brechas han ido aumentando. Hace tan solo una generación, el nivel superior del 20%, era 30 veces tan rico como el nivel inferior del 20%. Hoy son 60 veces tan ricos .

La inseguridad alimentada por el desempleo estructural y por el incremento del ritmo de la natalidad, es el sumen de los pobres en toda sociedad.

En estas condiciones, la gente propende a las regresiones : si el futuro no está claramente definido como la meta, se vive para el presente. Si el presente es problemático y desconcertante, se vuelve la mirada hacia el pasado, es decir, a las raíces étnicas, religiosas, culturales o nacionales. Una regresión hacia el concepto de clan y de tribu.

Poniéndonos a la altura del Reto nos enfrentamos entonces a una enorme agenda de desarrollo y medioambiente :

Un billón de personas viven con menos de un dólar por día

Un billón de personas no tienen acceso al agua potable

1.7 billones de personas no tienen acceso a la sanidad

1.3 billones de personas la mayoría en las ciudades de los países desarrollados respiran aire por debajo de los estándares considerados aceptables por el WHO

700 millones de personas, la mayoría niños y mujeres sufren de polución en el interior de sus viviendas debido a la biomasa que se quema en las estufas que es el equivalente a fumarse tres cajetillas de cigarrillos al día.

Cientos de millones de campesinos pobres tienen dificultades en mantener la fertilidad del suelo con la que se ganan un exiguo vivir.

A este gran montón de problemas, le añadimos un flujo de retos nuevos como es el del crecimiento de la población con un promedio de 90 millones de personas por año. Tres personas por segundo ! El mayor crecimiento está concentrado en los países más pobres.

En los 47 países menos desarrollados del mundo, el 10% de la población subsiste con menos del 0.5% del ingreso mundial. Alrededor de 40.000 personas mueren diariamente por causas relacionadas con el hambre. Muchos de los pobres que sobreviven no tienen acceso a satisfacer las necesidades elementales para una vida digna. Un sexto (1/6) o más de las familias humanas viven una existencia marginal.

Entre lo rural y lo urbano

Estamos en el umbral del nuevo siglo urbano, donde por primera vez una inmensa mayoría de la humanidad no será ya clasificada de rural. Asistimos a una gigantesca transformación urbana en el mundo desarrollado donde hay una importante emigración del campo a la ciudad. La población urbana va a aumentar de 1.7 billones de personas (38% del total) hoy, a 4.0 billones de habitantes urbanos (58% del total ) en 2025.

Esta rápida urbanización crea oportunidades para mejorar el nivel de vida de las gentes, pero también genera retos aterradores : sobrepoblación, pobreza y deterioro del medio ambiente. Peor aún, estos problemas estarán agravados si las desigualdades, el crimen y la violencia desgastan el tejido social urbano, desbaratando el acordado "contrato social" que mantiene juntas a las sociedades.

Es indudable que las ciudades dependen del mundo rural y no al revés. La mayoría del mundo desarrollado es rural aún y seguirá siéndolo todavía 20 años más. Mejor aún, las diferencias entre la vida social en los pueblos y la vida social urbana en los países desarrollados está cada vez más difuminada en la medida en que la complejidad de los procesos urbanos se encuentra en ambos lados .

Aún en países altamente industrializados de Europa, EE.UU., Japón y Australia, el mundo rural y agrícola es esencial para su bienestar. La interrelación agrícola entre países desarrollados y países en vías de desarrollo bajo el régimen de liberalización global del Comercio planteará nuevas y débiles transformaciones ya estudiadas, sobre ambos mundos rurales, el norte y el sur.

La Pobreza global

Con lo que hasta aquí he esbozado, entonces me permito afirmar que tenemos ante nosotros una nueva forma de esclavitud, de marginalidad y de exclusión como es la pobreza global. Y esto qué quiere decir ? Sabemos que la pobreza es universal. Que hay ricos en países pobres y pobres en países ricos.

Pero es que la pobreza es mucho más que la falta de ingresos. Tiene que ver con la exclusión social y la pérdida de estatus. Tiene que ver con la pérdida de poder e influencia y con los horizontes restringidos para la satisfacción de las necesidades más básicas. La pobreza total de los países más pobres del mundo, está por debajo de cualquier concepto de dignidad humana.

Una forma de atacar los problemas de la pobreza global consiste en que cada nación elabore y persiga políticas en pro del crecimiento y contra la pobreza. Y esto implica sobretodo reparar las desigualdades rural-urbanas entre otras cosas, consiste en mirar a la inmigración como un factor manejable, consiste en potenciar las inversiones en educación, salud y accesos a bienes y a créditos en los segmentos más pobres de la población., consiste en la conservación del medio ambiente, consiste en integrar la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones.

La vulnerabilidad y la pobreza que emanan de los desarreglos que acompañan a la necesaria reestructuración económica, requieren la atención de sociólogos y economistas. Se requiere más que proveer de una red de seguridades sociales complementarias. Ellas, ( la vulnerabilidad y la pobreza) requieren una atención especial a los efectos de los ingresos y del consumo en las políticas de transición, y en particular, mientras se reconducen, aquellas que consisten en retirar la predisposición hacia los consumidores urbanos, redirigiéndolos hacia los productores agrícolas, y mientras, no empeoremos otro conjunto de desigualdades como las que hay entre los agricultores ricos y los pobres.

Debemos también promover estructuras de solidaridad y de reciprocidad social, para asegurar la re inclusión de los desplazados en la principal corriente de las estructuras sociales y de la renovada actividad económica.

Los nuevos abolicionistas

Así como en el siglo pasado se llamaron abolicionistas a los que lucharon por erradicar la esclavitud es decir, la compra y venta des seres humanos destinados a desempeñar los trabajos más inhumanos, atropellando la dignidad humana, HOY, cuando casi todos los alimentos se siguen produciendo en áreas rurales por agricultores, y a la entrada del tercer milenio, el mundo debe trabajar para asegurar la alimentación deTodos y abolir el escándalo del HAMBRE en el mundo de la abundancia.

Es inconcebible que haya 800 millones de personas que padecen hambre en un mundo que puede satisfacer las necesidades básicas de todos los seres humanos. En el siglo pasado hubo gente que luchó contra la esclavitud considerándola monstruosa e inmoral y abogaron por su abolición. Hoy la condición de hambriento en un mundo de abundancia es igualmente monstruosa e inmoral y debe ser abolida. Son los nuevos abolicionistas.

Debemos entonces saber definir el desarrollo social, como un factor de avance y de lucha contra la marginación, y esclavitud que como he tratado de esbozar, es el hambre y la pobreza en el mundo, son las desigualdades rural urbanas, las medio ambientales, la falta de equidad, de justicia social, de educación, etc. a partir de identificar los efectos de las realidades que arrastra consigo la liberalización del libre comercio.

Primero diremos que los países desarrollados y las economías en transición están llevando a cabo profundos cambios mientras que las estructuras de transición fallan, el marco de la gobernabilidad es endeble o carece de legitimidad, que el sentimiento de pérdida y desesperación de la persona media está por encima de lo que imaginan las personas que viven en sociedades industrializadas.

Segundo, que debemos aceptar que no es cuestión de añadir anexos a la elaboración de políticas económicas. De lo que se trata es de integrar estos intereses justo en el corazón mismo de la toma de decisiones. Al tratar de ayudar a las sociedades desarrolladas, no podemos limitarnos a observar sus transacciones económicas, ignorando los vínculos sociales que les permiten funcionar, o lo que erosionan o lo que en el camino los convierten en disfuncionales.

Y tercero, la pobreza debe ser atacada de múltiples maneras. Es más que hablar de bajos ingresos. Es una condición social. La pobreza sociológicamente hablando es causa de exclusión y de privación incluso del ejercicio del voto. Ignorar los que están en extrema pobreza, sin elaborar programas dirigidos a ayudarles y a apoyarles es ignorar un aspecto esencial para la solución de la Equidad. Otra manera de combatir la pobreza es mirar más detenidamente los patrones de distribución del ingreso en muchos países, que se empeoran muy especialmente en periodos de reajuste constituyendo un factor importante que mina la cohesión social, generando patologías sociales y viciando la idea de equidad.

En conclusión considero que desarrollo social es cohesión social, redes de reciprocidad, estructuras de mediación, equidad, reconocimiento de las necesidades y de los derechos de los pobres extremos promoviendo la identidad cultural, el desarrollo institucional y promoviendo la sociedad civil.

Con esta exposición he querido mostrar lo que consideramos son elementos de marginación y de exclusión en general. Nosotros los inmigrantes, dentro de estas sociedades de la abundancia, constituimos el segmento social destinado a la marginación y a la exclusión. Con escasas posibilidades de acceder a una educación de calidad, con escasas posibilidades de acceder a una jubilación a pesar de los años de cotización y de cumplimiento con hacienda, que aún no hemos logrado conseguir un estatus de ciudadano, etc., y es que en el fondo formamos parte de los pobres de los países ricos y por este hecho tal como lo vine haciendo en mi exposición, estamos reducidos a participar de la marginación y de la exclusión entrando a formar parte de ese muro de la vergüenza que se levanta en el mundo entero y que lo forman la mayoría de los habitantes del mundo, los pobres de los países más pobres del mundo.

Y para finalizar, solo en la medida en que se decidan los estados a combatir la pobreza, se podrá hablar de desarrollo social y de progreso y solo en la medida en que se considere que las medidas económicas no van aisladas de unas consecuencias a nivel social y más aún que sin las consideraciones sociales pertinentes no avanzaremos hacia la eliminación de las desigualdades y hacia la consecución de fines sociales sino que regresaremos hacia formas tribales que pararán el progreso humano por siglos, cuando las circunstancias nos están empujando hacia formas más inteligentes de pensamiento y de acción.

Texto presentado ante la Comisión de Inmigración del Congreso de Diputados de España por parte de las ONGs de Inmigrantes

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