Colombia el 51 estado de EE. UU

Madrid, 11 de agosto de 2009

por Clemence

Cuando Colombia declaró y consolidó la independencia de la corona de España, ocultó decir que en realidad no se podía separar porque ella misma se había vendido a los ingleses. Habíase producido un cambio de amos.

Y trágicamente así ha sido desde 1830. Por senderos los menos visibles unas veces y más evidentes otras, los ingleses primero y luego los EE.UU despúes, lo cierto es que el destino político-económico-social de Colombia se ha venido trazando y conduciendo desde el exterior, con la ayuda de una burguesía vetusta y heredera de tradiciones y añoranzas, actualizada y formada en EE.UU.

Las guerras interminables y la violencia que no cesa y que ha ido cambiando de rostro a lo largo de casi 300 años, son la prueba incontestable de que a Colombia se le ha asignado en el mapa del mundo, ser territorio de guerra y de confrontación continuada donde la paz, el entendimiento, el diálogo, la democracia, la convivencia pacífica, el progreso y el desarrollo de su identidad como nación, aparezcan inalcanzables en las aspiraciones de sus habitantes.

Y así parece que siga siendo. La última maniobra del presidente colombiano de ceder « el territorio de todos los colombianos » a los EE.UU. al permitirle la instalación y utilización de bases militares estadunidenses en su territorio, demuestra la incapacidad, miseria espiritual, servilismo e incondicionalidad, indignidad y mediocridad intelectual del actual presidentel y gobierno colombianos.

Y eso ha conseguido el presi Uribe para EE.UUsin referendum y con visado que cada colombiano debe conseguir para viajar al país estadunidense.

¿Y de paso por qué no pasar a ser el 50º estado de EE.UU ? Sería todo más fácil y más coherente , pero se necesita coraje ; y así nos ahorraríamos la farsa, la hipocresía , la bufonería y el esperpéntico encubrimiento "legalista" de la operación.

Sólo un esperpéntico personaje como este presidente es capaz de traicionar los valores más íntimos y auténticos de los colombianos y de sus compatriotas latinoamericanos, y hacer añicos el sublime sueño de la libertad, la paz, la solidaridad social y la autonomía y el progreso de sus conciudadanos, vertiendo lodos sobre los fundamentos y valores espirituales que hombres y mujeres de la América nuestra han ido construyendo a través de la historia,y que han dejado como herencia de un futuro de esperanza y dignidad para todos.